Apreciar la belleza de la naturaleza a través del silencio

Solo cuando seamos capaces de serenar, de acallar, de calmar la mente discursiva, podremos sentirnos parte del todo. De esta forma, volveremos a estar en contacto con nuestra auténtica naturaleza. Sabremos que realmente somos parte de aquello que nos rodea y no de lo creado artificialmente. Como insiste el maestro: «la plena conciencia es la práctica que silencia el ruido de nuestro interior. Sin ella nos dejaremos arrastrar por una cosa tras otra». Así pues, qué mejor que apreciar la belleza de la naturaleza a través del silencio mental.

Deja un comentario